sábado, 26 de enero de 2013

IRAK: Se viene el separatismo sunnita?

La tensión en Irak no acaba, manifestaciones que ya hemos comentado se suceden en Irak debido a la política sectaria que esta llevando el primer ministro Al Maliki. Últimamente puso su ojo sobre asistentes de funcionarios sunnitas por medio de detenciones fuera de la ley, lo que provocó la movilización de sunnitas por las carreteras iraquíes.

Esta política sectaria se suma al conflicto casi personal que mantiene con el líder kurdo Massoud Barzani quien ha gestionado con bastante éxito el territorio kurdo en Irak, lo que le valió que varias empresas occidentales hicieran negocios allí en áreas energéticas.

Al Maliki quiso seducir a la comunidad sunni con su adversidad a los kurdos, pero esa estrategia falló no solamente con esa facción sino dentro de sus propias filas, a tal punto que ha surgido dentro del chiismo la figura de Al Sadr como un moderado chiita que puede conformar una alianza anti-Maliki con dirigentes kurdos y sunnitas.

El actual premier dice que estos desbordes son provocados por fuerzas externas y no por la acción del gobierno, tal vez parte de esa declaración sea validera por la injerencia que tiene en su gobierno Irán y por ende el pensamiento sectario chiita.

Como consecuencia de ello, los demás actores de la región juegan sus fichas: por un lado Arabia Saudita apoyando a los sunnitas en Irak y a los rebeldes en Siria, algo atípico en la monarquía saudí tan proclive a no apoyar a los movimientos revolucionarios pero debido al temor a un eje Irán Irak-Siria- Líbano y por otro lado Turquía que se convirtió no solo en un referente  para los sunnitas sino también para los kurdos, pese a los inconvenientes que tiene con esa facción en su territorio.

Los sunnitas están cambiando de estrategia frente a estos hechos, en el 2010 no tuvieron una participación política sectaria a tal punto que apoyaron a un candidato chiita del partido Iraqiya, pero la situación hoy cambió y se especula que formen una agrupación propia con un dirigente que no participe del actual esquema de gobierno, ya que los acusan de beneficiarse de los beneficios del poder.

No es improbable que si la escalada del conflicto sigue, surjan dirigentes sunnitas de línea dura que movilice a la población a solicitar la autonomía, tal cual hoy se encuentran los kurdos.

De prosperar esta iniciativa la unidad de Irak como nación tendría los días contados, ya que cada rama (chiita, sunnita y kurda) gestionaría un área territorial y tendría el apoyo externo de un actor regional.

Este análisis se realiza en base a un artículo aparecido en Foreign Affairs de Emma Sky y Harith Al Qarawee y cuyo link es: http://www.foreignaffairs.com/articles/138777/emma-sky-and-harith-al-qarawee/iraqi-sunnistan

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